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En
la Edad Media era frecuente el tema de la Maiestas
Domini: Cristo sentado sobre el trono del universo se
presenta para juzgar a vivos y muertos, generalmente
acompañado del tetramorfos. Es ésta una palabra de
origen griego (Τετρα - cuatro, μορφη – forma), y hace
referencia a las figuras de los cuatro evangelistas que
rodean el trono de Dios. Estos (San Mateo, San Marcos,
San Lucas y San Juan) han sido relacionados
simbólicamente con los cuatro seres vivientes del
Apocalipsis 4,7: “También delante del trono había como
un mar de vidrio semejante al cristal, y junto al trono
y alrededor del trono, había cuatro seres vivientes
llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser
viviente era semejante a un león; el segundo era
semejante a un toro; el tercero tenía rostro como de
hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando."
Para ello el Apocalipsis se inspiró en algunos símbolos
del Antiguo Testamento, tal y como podemos comprobar al
consultar Ezequiel 1,10: “En cuanto a la forma de sus
caras, era una cara de hombre, y los cuatro tenían cara
de león a la derecha, los cuatro tenían cara de toro a
la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila.”. Una
de las primeras iconografías de estos temas podemos
encontrarlas en los Beatos que acompañan a los
comentarios al Apocalipsis. La identicación es: San
Marcos, el león, San Lucas el toro, San Mateo el ángel y
San Juan el águila. (Alfredo García Portillo). |