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Nace en Sevilla el 9 de
Marzo de 1929, en la trianera calle Procurador núm. 12, siendo bautizado en la
Parroquia de la O. Posteriormente su familia se traslada a la calle Pagés del
Corro 75, donde reside hasta 1958. Cursa sus estudios primarios en el Colegio de
los Salesianos de Triana, asistiendo paralelamente desde los nueve años a la
Escuela de Artes y Oficios de calle Antillano Campos, donde cursó cinco años de
dibujo. Con trece años, en 1942 entra de aprendiz en la Fábrica de Pedro Navia,
recibiendo sus primeras lecciones de Alfonso Córdoba Romero, pintando macetas,
platos y remates. Antonio Kiernam advierte sus cualidades para el dibujo y le
invita a pasar a los talleres de Cerámica Santa Ana, donde comienza a trabajar
en Marzo de 1944. Con dieciocho años (1947) consigue una Beca para las clases
nocturnas de dibujo al natural que impartía en el Ateneo D. Alfonso Grosso, a
las que asistía de 9 a 11 tras su jornada laboral. Completa su formación
artística en la sucursal de la Escuela de Artes y Oficios en calle Zaragoza
(1951-1957) y en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la
calle Gonzalo Bilbao (1957-1960), clases de dibujo del natural del Ateneo
(1960‑1963) y las enseñanzas impartidas en el Pabellón de Chile.
En 1958 contrae matrimonio y fija su residencia en la cercana localidad de San Juan de Aznalfarache, en la calle José Antonio Primo de Rivera 20, sin tener descendencia.
En la plantilla de
pintores ceramistas de Cerámica Santa Ana permanecería hasta su jubilación en
1991, siendo especialista sobre todo en pintar retablos devocionales. Su estilo
se ve influido por Kiernam pero especialmente por Facundo Peláez, usando también
el puntillismo en los fondos. Pintaba al agua, al aguarrás y a la cuerda seca,
según encargo; también pintaba al óleo.
Tras su jubilación, para
matar el tiempo, siguió colaborando con el taller de José Río Sutil, justo
detrás de su casa. Allí se hizo en 1992 el retablo de la Divina Pastora de Santa
Marina, Hermandad que obtuvo nueva sede en la Capilla del Hospital de los
Viejos. Dióse la circunstancia de que este retablo una vez colocado en 1992
empezó a desprenderse, de forma que tuvo que retirarse totalmente y guardarse
hasta finalizar obras de acondicionamiento de la fachada. Pasaron los años y
cuando en 1995 se volvió a recuperar el retablo desmontado, se observaron
algunas piezas fracturadas y había desaparecido el rostro de la Virgen, de forma
que volvió a encargarse a Antonio Martínez Adorna la reposición de lo destruido,
que lo reprodujo con tanto acierto que no se notaba en el arte final. Se dio la
luctuosa circunstancia de que la misma noche que entregó el azulejo de la cara
de la Virgen al donante del retablo –Gabriel Solís Carvajal- y al entonces
Hermano Mayor Miguel Ángel García Raposo en un bar de la localidad de San Juan
de Aznalfarache, cercano a su domicilio, se sintió indispuesto, falleciendo
repentinamente. Era el 26 de Octubre de 1995. (1)
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Fuentes: Reportaje publicado por Antonio Carrasco Bernal en la
Revista Triana de julio de 1986, pp.26-29. Entrevista personal con
él realizada por Martín Carlos Palomo García, ceramófilo sevillano,
en 1994. |
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Correo de la página: retabloceramico@gmail.com |
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